Toyota ha presentado su camioneta Hilux eléctrica a batería, construida sobre la última plataforma de novena generación, pero con una advertencia clave: si bien la compañía promete que será “alcanzable”, no será barata. El Hilux eléctrico se está posicionando estratégicamente primero para uso industrial, con un atractivo inmediato limitado para los consumidores en general.
Lanzamiento inicial centrado en flotas
El Hilux BEV está confirmado para mercados como Australia, donde está previsto que llegue a principios de 2026. Sin embargo, los esfuerzos de ventas iniciales de Toyota se centrarán en flotas grandes, en particular en operaciones mineras. Esto tiene sentido: las transmisiones eléctricas son ideales para entornos de trabajo subterráneos donde es necesario minimizar las emisiones.
Expectativas de precios: prima sobre el diésel
Sean Hanley, de Toyota Australia, ha reconocido que la versión eléctrica costará más que los modelos diésel Hilux existentes. Actualmente, las versiones diésel del Hilux comienzan en AU$65,990 ($42,800 USD). El BEV fácilmente podría agregar AU$15,000 ($9,700 USD) a ese precio, colocándolo en el extremo superior de la línea Hilux.
Hanley enfatizó que el objetivo no son las ventas masivas. Toyota no tiene la intención de lanzar un vehículo con un precio fuera del alcance de la mayoría de los compradores. La empresa aspira a la “alcanzabilidad”, no a la asequibilidad extrema.
“No tiene sentido publicarlo si va a costar cien mil dólares… Tiene que ser alcanzable”.
Rango limitado, rendimiento objetivo
El Hilux BEV cuenta con una modesta batería de 59,2 kWh combinada con dos motores eléctricos que generan 193 caballos de fuerza. Esta configuración ofrece una autonomía de sólo 149 millas (240 km). Sin embargo, la autonomía limitada no es un inconveniente, porque el vehículo está diseñado para entornos controlados donde se puede gestionar la infraestructura de carga.
El enfoque minero: un movimiento estratégico
Toyota es transparente sobre el propósito principal del Hilux BEV. La empresa no espera que arrase en el mercado. En cambio, ve la minería como la mayor oportunidad. Los vehículos eléctricos son cada vez más cruciales para las operaciones subterráneas, donde los motores de combustión tradicionales no son prácticos debido a problemas de ventilación y emisiones.
Puede haber algún cruce con los comerciantes, pero ese no es el objetivo principal. Toyota está haciendo una apuesta calculada en un nicho de mercado donde los altos costos iniciales se compensan con beneficios operativos.
El Hilux BEV es un ejemplo de cómo los fabricantes de automóviles están probando la tecnología eléctrica en sectores específicos de alto valor antes de una adopción más amplia por parte de los consumidores. Este enfoque permite realizar pruebas en el mundo real, perfeccionarlo y expandirlo gradualmente a mercados más grandes.
