Un fabricante de automóviles chino, Chery, intentó replicar el truco viral del Range Rover de 2018 de subir los 999 escalones hasta la Puerta del Cielo de China, y fracasó espectacularmente. El incidente pone de relieve no sólo el desafío técnico de tal hazaña sino también la tendencia más amplia de los fabricantes de automóviles chinos que buscan emular las marcas de lujo occidentales.
La inspiración viral
En 2018, el ascenso de Range Rover a Heaven’s Gate se convirtió en un éxito de marketing instantáneo, obteniendo más de 6,7 millones de visitas. El vídeo mostró las capacidades del vehículo y consolidó su imagen como un SUV resistente y de alto rendimiento. El truco no se trataba sólo del coche; se trataba de crear un momento memorable y compartible que resonara en el público de todo el mundo.
El intento y el fracaso de Chery
Chery, con su SUV híbrido Fulwin X3L (que produce hasta 422 caballos de fuerza), buscó capitalizar esta fórmula viral. Sin embargo, el intento terminó en desastre. Las imágenes muestran a la camioneta amarilla luchando a mitad de la escalera antes de deslizarse hacia atrás, chocar contra una barrera y arrojar escombros por el acantilado.
El fracaso no fue sólo un momento embarazoso para Chery; subrayó la dificultad de replicar tal truco. Si bien el Fulwin X3L cuenta con una potencia impresionante, las condiciones (incluida la antigüedad y la pendiente de la escalera) resultaron demasiado desafiantes.
La explicación y la disculpa
Chery rápidamente emitió una disculpa pública, atribuyendo el incidente a un mal funcionamiento de la cuerda de seguridad. Según los informes, la cuerda se enredó en las ruedas del SUV, provocando una pérdida de potencia y el posterior deslizamiento. El fabricante de automóviles describió el evento como un “incidente inesperado” en lugar de una falla técnica, que probablemente mitigaría el daño a la marca.
El significado de la puerta del cielo
La elección de Heaven’s Gate como ubicación es crucial. El hito es un sitio histórico centenario que conduce a la cueva de Tianmen, de 1.700 años de antigüedad. Dañar la antigua escalera conlleva importantes implicaciones culturales, lo que hace que el fracaso de Chery sea aún más problemático.
El incidente plantea dudas sobre la evaluación de riesgos de la empresa y la decisión de intentar tal truco en primer lugar. Si bien el objetivo pudo haber sido generar rumores virales, el resultado fue un desastre de relaciones públicas.
La tendencia más amplia
El intento de Chery refleja una tendencia creciente entre los fabricantes de automóviles chinos a emular las marcas de lujo occidentales. Copiar elementos de diseño, estrategias de marketing e incluso trucos como este subir escaleras es una táctica común. Sin embargo, replicar el éxito requiere más que imitación; exige auténtica destreza de ingeniería, credibilidad de marca y una ejecución cuidadosa.
El truco fallido sirve como advertencia. El marketing viral puede ser eficaz, pero los atajos y los intentos descuidados pueden resultar espectacularmente contraproducentes. El fracaso de Chery subraya la importancia de la sustancia sobre el estilo, especialmente cuando se trata de acrobacias de alto riesgo y hitos culturalmente significativos.
Al final, el incidente reforzó la imagen de Range Rover como una marca capaz y aventurera, al tiempo que puso de relieve el error de cálculo de Chery. La falla no fue sólo un percance mecánico; Fue un error de marca que probablemente perdurará en la memoria del público.































































